En más ocasiones de las deseadas, todos los profesionales de marketing digital hemos escuchado esta temida sentencia. Es en este punto de la conversación con el cliente cuando tienes que “echar el resto”. Realmente, es para lo que has preparado la reunión, has estudiado las características del que tienes enfrente, lo que necesita, lo que, a tu juicio, le vendría muy bien a su empresa, a su producto.
Pero volvamos atrás en el tiempo: hace unos meses, unas semanas en el mejor de los casos, has contactado con el cliente “X”. Da igual si ha sido él el que te ha localizado por casualidad, por referencias, etc. o si has conseguido llegar hasta él a través de una campaña, puerta fría, etc.
Nada de eso tiene relevancia, el hecho es que os habéis encontrado y ha decidido darte una oportunidad de que le convenzas para que seas tú el que se encargue de su presencia online.
Una presencia online que sea cierta, veraz, atractiva y, por supuesto, rentable. No nos engañemos, la buena visibilidad online tiene que ser rentable. Y, desgraciadamente, muchos identifican rentabilidad con que resulte barata.
Por eso, en cada reunión con tu “potencial” cliente, tienes que venderte. Ten en cuenta que el señor “X” no va a prestarte demasiada atención hasta que le digas: “Y todo esto, te lo dejo prácticamente regalado”.
Pero es que resulta que lo que estás vendiendo es un trabajo. Un ejemplo: un empresario debe decidir entre contratar un servicio de agua mineral para la oficina: que traigan bidones de agua fresca, de buena calidad cada vez que se agoten, a ser posible, que no haya que llamarles cuando se acabe la última botella, que se preocupen ellos de que no falte, y, que además, las fuentes siempre estén listas y funcionando bien, que el agua salga fría o caliente según el grifo que empleemos, etc. En definitiva, que vaya estupendamente y no se tenga que preocupar de nada más que pagar las facturas, que, por cierto, tienen que salir a precio regalado.
Total, como se ponga muy por las nubes, me voy al supermercado o mando a alguien que compre bidones de agua mineral de marca blanca y así me ahorro el gasto… No tiene mucho sentido, si quieres tener un suministro de agua mineral para tus empleados, hay empresas especializadas, con sus controles de calidad, su atención al cliente, su capacidad de atender el servicio comprometido, su solvencia para resolver incidencias lo antes posible, etcétera.
Pues, si me permites la comparación, que siempre resultan odiosas, ocurre lo mismo con el marketing digital y las redes sociales. Por más que nos pese, la buena reputación online lleva asociada la presencia, bien llevada, en redes sociales. ¿O crees que el servicio de atención al cliente de cualquier empresa es atendido por la misma persona que lleva la facturación?
Hoy día, el gestor de la comunidad digital o Community Manager, es un profesional cualificado que conoce qué red social es más razonable para el señor “X”, sabe manejar a los seguidores para moderar sus respuestas y dudas y resolver incidencias que puedan afectar a la reputación online de nuestro cliente.
Es un profesional que atiende y mima los perfiles sociales de su cliente, no solo para salvaguardar su reputación, también para mejorarla y darle mayor y mejor visibilidad.
Es un gasto más en los libros de cuentas de la empresa, ERROR: es una INVERSIÓN. Por eso, la respuesta a la pregunta del principio debe ser siempre, sin excepciones, SÍ. Una cuidada y especializada dedicación a las redes sociales nos lleva de nuevo al principio: rentabilidad. Y es que si el señor “X” tiene una presencia adecuada en redes sociales, tiene mejor reputación online y mayor visibilidad en Internet que el que no la tenga o esté descuidada.
El señor “X” va a encargar la página web de su negocio y todo lo que conlleva, a una empresa especializada y profesional, lo mismo debe hacer con sus redes sociales.
¿Quieres que nos encarguemos de que tengas una buena presencia en redes sociales?
¿Quieres que nos sentemos juntos y lo hablemos? Fácil… contáctanos aquí mismo!! Puedes incluso escribirnos en redes sociales 🙂