El otro día navegando por LinkedIn nos encontramos con esta imagen en una publicación de un grupo al que pertenecemos, y más allá de la risa o de la gracia que pueda hacernos, pensando un poco más en profundidad y uniéndolo a otros pensamientos en ese sentido (*) nos dimos cuenta de que no es tan lejano a lo que debería de ser.
Cuando una persona realiza un trabajo para el que está capacitado/a, tiene no sólo conocimientos, también experiencia contrastada y algo más que cierto criterio, se le debería de dejar terminar ese trabajo y presentarlo/publicarlo/entregarlo, sin interferencias u opiniones externas a no ser que provengan de una fuente con igual o mayor capacidad de criterio, no debería de ser así?
Pero todos sabemos de casos en los que nos gusta «aportar nuestro granito de arena», nuestra opinión personal, indicar nuestros gustos particulares, o lo que creemos que podría mejorar el resultado. Hasta ahí bien.
El problema es cuando esa delgada línea se va superando poco a poco, y el trabajo contratado se ve interrumpido por indicaciones que a veces no sólo no aportan, si no que incluso son contraproducentes, y lo peor no es sólo la pérdida de tiempo (y por lo tanto de rentabilidad), es que se le suma un incremento de desconfianza en el resultado, y a veces un malestar por intromisión en lo que uno podría considerar «su terreno» de conocimientos/aptitudes.
Esta es la publicación en particular: https://www.linkedin.com/posts/albertoj_the-best-price-list-ever-activity-7108540263907639296-sEK0
¿Qué opinas?
En todo caso, si quieres conocer nuestros precios, evaluar nuestras tarifas, ya te adelantamos que no va a ser nada fácil, porque personalizamos cada presupuesto a cada proyecto, y nunca hay dos iguales!
(*) Quién no se acuerda de la famosa frase atribuida a Steve Jobs sobre contratar gente lista y dejarles hacer el trabajo por el que les has contratado, porque si les indicas y mandas y diriges exactamente lo que tienen que ejecutar ¿para qué has contratado gente lista?